Donostia, País Vasco, 2019
Frente al Urumea, en uno de los paseos más vistosos de San Sebastián, en una de las intachables postales que arroja esta ciudad donde el metro cuadrado de vivienda ha roto los techos estadísticos, viven 45 personas que han ocupado un edificio donde ya no hay luz.

Reportaje publicado en Donostitik.com el 6 de junio de 2019: Moraza 1: «Altercados puede haber alguno. Drogas, nunca»

Vidal es marroquí y lleva dos meses viviendo aquí, desde que se separó. Niega que se venda droga como afirman algunos vecinos de Árbol de Gernika. Sin embargo no niega que a veces hay altercados entre ellos, aunque de los mismos responsabiliza a una nacionalidad en concreto. Respecto a las acusaciones de los vecinos lo tiene claro: «Nos quieren echar y dicen lo de las drogas. La casa está muy mal por fuera, pero dentro no. Cada cual tiene su cama»

El 19 de agosto de 2019 la policía desalojó el edificio, que fue posteriormente tapiado: “Ertzaintza y Guardia Municipal desalojan Moraza 1

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